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Gracias por visitar este espacio que hacemos nuestro para conocer, pensar y dialogar sobre temas de diversidad sexual

jueves, 22 de septiembre de 2011

Amenaza con sacar del clóset a diputados

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El representante del Grupo Ayuda Mutua y Asesoría (GAMA), Oscar Medina Montelongo amagó con desenmascarar a diputados del actual Congreso de Tamaulipas con tendencias homosexuales “o que aún no salen del closet” en caso de que no atiendan su propuesta de aprobar una ley de convivencia que permita los matrimonios entre personas del mismo sexo.

“Yo quiero que nos atiendan porque si no lo hacen yo voy a desenmascarar a dos o tres. Sí los hay que no salen del closet. Tapaditos con la colita alegre, que acá son muy machitos, pero nos tienen que atender, aunque esta no es una amenaza”, advirtió.

Medina Montelongo pidió a los legisladores con tendencias homosexuales “ponerse en nuestros zapatos” porque de lo contrario el movimiento gay estará ahí hacer cumplir las demandas.

“Los invito a salir… es una vida muy bonita, es una vida sin compromisos, de no echar mentiras y estar bien con uno mismo”, puntualizó.

Lo que Oscar Medina dijo desconocer si en el Congreso de Tamaulipas hay diputadas afines al movimiento lésbico-gay, sin embargo sí admitió tener conocimiento de que algunas tienen “hermanos y hermanas” o algún otro familiar con esas tendencias.

“En el servicio público y en la política se ve de todo. Esto ya no es de otro mundo, esto ya lo estamos viviendo y es real”, agregó, y adelantó que será en los primero días del mes de octubre cuando una comisión del grupo GAMA se presente a la sede del Congreso de Tamaulipas para hacer la entrega oficial de la solicitud de propuesta de la ley de convivencia.

“Vamos a pedir la aprobación de la ley, estamos en un Estado moderno, en una época moderna y creo que es justo que nuestros diputados pongan atención y la lleven al Pleno”.

Subrayó que la propuesta la harán directamente a la presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Tamaulipas Guadalupe Flores Valdez.

“Yo ya he ido a ver a Lupita y nos trata muy bien, mis respetos para la señora diputada y creo que sí habrá algo positivo en la reunión que tengamos”, indicó.

Dijo que en la actualidad la sociedad ya abrió los ojos en el tema del movimiento gay debido a que se consideran gente culta, con preparación y sin hacer daño a las personas.

Medina Montelongo dijo confiar en la actual legislatura de Tamaulipas e hizo énfasis en que la aprobación de una ley de convivencia dará certeza jurídica y social a las personas del mismo sexo que viven juntas.

“A eso vamos, para contar con derechos plenos, y así como los tendremos también habrá obligaciones. Nuestros diputados están arriba porque votamos y ahora los votantes queremos que nos apoye”, finalizó el representante del grupo GAMA.
Fuente: Gaceta.mx

domingo, 18 de septiembre de 2011

DISCRIMINACION ESCOLAR POR PREFERENCIAS SEXUALES

C.P. José Joel Contreras Moreno
Docente de la Facultad de Bellas Artes , UAQ

Podemos comenzar por entender qué es la discriminación,  y la discriminación viene a ser el acto de separar o formar grupos de personas a partir de criterios determinados, pero en su sentido más amplio, la discriminación es una manera de ordenar y clasificar, esto se puede referir a cualquier ámbito y se puede utilizar cualquier criterio.
Si hablamos de seres humanos se puede discriminar por edad, raza, nivel de estudios, color de ojos, riqueza, etc.,  pero cualesquiera que sea el criterio utilizado, en la discriminación se hace una distinción o segregación atentatoria contra la igualdad de oportunidades, es decir, se refiere a una violación de derechos para los individuos por cualquier causa, aunque hay algunos pensadores que piensan en la división de la discriminación en positiva y negativa.
Con todo esto, existen grupos minoritarios que no están incorporados a la sociedad, estos grupos son discriminados y se encuentran en una situación de desventaja y desigualdad con el resto de la sociedad, lo que se ve reflejado en su forma de vida, en su economía, etc., el mejor ejemplo de esta discriminación lo encontramos en la raza negra casi en todos los países de raza blanca, y vemos que a través de la historia esta comunidad ha sido sometida a una brutal discriminación y a una represión violenta por parte de la sociedad y los gobiernos de las mismas.
El caso que hoy nos ocupa es también de un grupo minoritario que se ve discriminado en casi todas partes,  y en especial en las escuelas, me refiero al grupo LGBT, este grupo ha estado luchando contra la HOMOFOBIA desde mucho tiempo atrás, y aunque a veces parece que va ganando terreno contra la intolerancia a nivel social, es una situación muy engañosa, porque a nivel local la situación es muy difícil, tal parece que no ha sido superado el miedo al homosexualismo o al lesbianismo, porque en comunidades compactas aún se dá este tipo de discriminación.
Lo primero que hay que saber para adentrarnos un poco en este tema es como se desarrolla el género como forma de personalidad, este género se da desde que la persona establece vínculos con los agentes de socialización, las fuentes de interiorización del estereotipo de género son los diferentes espacios donde la persona se desenvuelve durante su niñez, su adolescencia y su juventud, donde las normas de conducta y la formación de actitudes van a contribuir para que el sujeto construya su propia identidad psicológica, y por lo tanto, de género.
Ahora bien, la identidad de género y la identidad sexual  generan situaciones críticas en la niñez, que se van recrudeciendo en la adolescencia que es donde su definición se sujeta a reforzamientos que dependen de la cultura social donde se encuentre el sujeto, dentro de todos los elementos que conforman esta construcción del yo, uno de los espacios más influyentes es la escuela, porque es el espacio de socialización donde se desarrolla la personalidad, esto quiere decir que la escuela es el escenario donde el niño y la niña tienen su primer contacto con la autonomía, la que puede retrasarse por la influencia de los padres y de los profesores, inclusive puede desviarse por esas mismas influencias, en la escuela es donde los niños y las niñas refuerzan las conductas socialmente aceptadas en su cultura.
Aquí en México como en muchos países, aún prevalece una cultura machista, la que promueve la desigualdad entre hombres y mujeres, por lo que los refuerzos sociales son muy influidos por esta forma de pensar, esto hace que se formen grupos de hombres que compiten con los grupos de mujeres, aún cuando muchas organizaciones están peleando porque se produzca un cambio en la forma de percibir los diferentes roles de la mujer en la sociedad, y aún cuando se ha cuestionado seriamente el rol del hombre, sigue existiendo desigualdad de género en la escuela.
De este camino pasamos a la discriminación escolar de manera general, y tenemos las siguientes formas (tomadas del artículo “Discriminación por género en la escuela” de David Tarazona):
a.      DIFERENCIAS FÍSICAS:
·         Burlas e insultos a aquellos alumnos que presentan características físicas relevantes (gordura, delgadez, cojera, entre otros).
·         Burlas y exclusiones a alumnos y alumnas que presentan rasgos raciales minoritarios.
·         Abuso en contra de alumnos menores.
a.      DIFERENCIAS PSICOLÓGICAS:
·         Burlas y agresiones a los alumnos tímidos, opacados.
·         Burlas y agresiones a los alumnos que no manejan símbolos y códigos de la cultura escolar, los llamados "monses".
a.      DIFERENCIAS BASADAS EN EL GÉNERO:
·         Burlas y abusos en contra de las mujeres.
·         Burlas, abusos y agresiones en contra de los alumnos y alumnas señalados como "maricones" y "machonas".
a.      DIFERENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIOCULTURALES:
·         Exclusión y burlas en contra de alumnos pobres.
·         Burlas contra alumnos con rasgos culturales de la sierra.
·         Burlas contra los alumnos cumplidos, los llamados "chancones".
La discriminación por género o preferencias sexuales tiene gran influencia en la vida posterior de las personas, considerando que la escuela es un espacio de entrenamiento social en donde se adquieren la mayoría de los comportamientos sociales y las disposiciones psicológicas ulteriores del individuo,  de aquí que la marginación se convierte en auto-marginación o sentimiento de exclusión de los sujetos que se sienten diferentes en la sociedad, porque sienten que no encajan en los estándares de comportamiento “socialmente aceptado”, únicamente por tener una preferencia sexual distinta a la aceptada.
Desgraciadamente en nuestra sociedad, aún se sigue discriminando por preferencias sexuales que no son de las aceptadas moralmente por nuestra sociedad, así tenemos que las comunidades lésbicas y homos son víctimas de discriminación, y esto se da en casi todos los ámbitos, baste recordar la película “Filadelfia”, interpretada por Tom Hanks, donde se hace alusión a la discriminación de un homosexual en su centro de trabajo, así mismo esta discriminación se viene dando en el barrio, en la familia, en la escuela.
En lo personal, no entiendo esta discriminación, puesto que cada quien es libre de tener la preferencia sexual que desee, es su propia desición, es su libre albedrío, y la discriminación escolar por causa de las preferencias sexuales se me antoja un tanto retrógrada y falta de tolerancia y madurez, nos han llenado la cabeza de que el hombre tiene que amar a una mujer, y que una mujer a un hombre, lo que no sea así, es contranatura, y todo lo que es contra natura es antinatural y por lo tanto inaceptable.
Cuando era yo estudiante de bachillerato salió en el cine una película llamada “Angel”, que trataba el tema del homosexualismo abierto, lo que en aquellos años generó una serie de comentarios detractores a la cinta, muchos de estos comentarios fueron vertidos por nuestros maestros, pero lo que más me preocupo fue la actitud tomada hacia los homosexuales estudiantes, los condenaron al ostracismo, y varios de nuestros maestros nos ordenaron que no les dirigiéramos la palabra, porque atentaban contra la moral y las buenas costumbres. Esto sucedió por el año de 1983.
¿Cuál fue la razón de esa reacción?, la intolerancia a lo diferente, el estar en nuestra zona de confort, de tranquilidad, cuando algo diferente a estas zonas sucede, nos cuestiona nuestra forma de vida, nos pone a pensar qué es lo que está pasando con la sociedad, ¿Acaso se está pervirtiendo?, pues no, simplemente que nos cuesta trabajo aceptar opciones y pensamientos diferentes a los nuestros, a lo que durante muchos años hemos pensado que esta bien.
Casos de discriminación escolar por preferencias sexuales se dan en todo el mundo, quizá porque no estamos preparados para cambiar nuestros conceptos (implantados en nuestro ser desde siempre), dicha discriminación se da entre homosexuales y entre lesbianas, porque nunca nos han enseñado la tolerancia a lo distinto, a lo que no es como lo conceptualizamos, y esto nos genera ansiedad, malestar, duda sobre nosotros mismos, miedo a que se generalice dicho comportamiento o dichas preferencias y se rompa el orden establecido.
Pero así como la discriminación escolar se da entre el alumnado, también se da entre los maestros, y la mayoría de las veces quien promueve esta discriminación es el maestro, al representar la figura de autoridad dentro de su salón de clases, los demás alumnos siguen su ejemplo como si fuera un padre, y el maestro casi nunca se da cuenta de esta responsabilidad, porque fácilmente se la quita diciendo: “Hagan lo que ustedes crean conveniente, yo haré lo propio”, pero generalmente los alumnos le siguen.
El mal trato que se le da a los homosexuales y a las lesbianas dentro de las escuelas debe ser condenable, porque aún cuando sus preferencias sexuales son diferentes a las del grueso de los alumnos, siguen siendo seres humanos y como tales deben ser considerados, por lo tanto, se le debe respeto y comprensión como a todos los demás, ya que ellos también tienen los mismos derechos que todos.


Ponencia tomada de la mesa de debate: "Discriminación por preferencia sexual" dentro de las Jornadas de debate: "La construcción del pensamiento cultural y educativo sobre el tema de la diversidad sexual contra la discriminación"

jueves, 15 de septiembre de 2011

CUDS


Esta es la página de la Coordinadora Universitaria por la Disidencia Sexual con base en Chile.
Vale la pena echarle un vistazo a lo que esa organización chilena ofrece, y el apoyo que brinda a la comunidad LGBTTTI de ese país, pero que también puede tener resonancia a nivel latinoamericano, y por qué no, a nivel mundial... Todo depende de nosotros y la difusión que le demos a estos espacios que nos permiten ser y expresarnos.

http://www.disidenciasexual.cl/cuds/

miércoles, 14 de septiembre de 2011

AMFESSS

No olviden visitar la página de la Asociación Mexicana para el fomento de la educación para la salud, sexualidad y SIDA.

http://redorgullo.org/index.html

lunes, 12 de septiembre de 2011

EL MARCO TEÓRICO DE LA DISCRIMINACIÓN: REPRESIÓN, PATOLOGIZACIÓN Y ENCUBRIMIENTO DE LA HOMOSEXUALIDAD

Mtro. Raúl Ruiz Canizales
UAQ, Facultad de Derecho

I. Contexto

La homofobia –el miedo y rechazo a la homosexualidad– surgió con la idea misma del sujeto homosexual: cuando la sociedad lo concibió como un tipo de persona distinto a los “normales”, y lo intentó reprimir y controlar.

Marina Castañeda, La experiencia homosexual. Para comprender la homosexualidad desde dentro y desde fuera, Paidós, México 1999, p. 24:

“Varios autores, entre ellos Michel Foucault en su Historia de la sexualidad, han planteado que la identidad homosexual es de aparición reciente. Antes del siglo XIX existían actos homosexuales –más o menos tolerados en diferentes sociedades–, pero no personas homosexuales. Quienes practicaban actos homosexuales no se veían a sí mismos como seres aparte, ni tampoco la sociedad los veía así; a nadie se le ocurría plantear la existencia de una identidad fundamentalmente diferente. Esto cambió en la era moderna, cuando los Estados penalizaron la homosexualidad y los médicos la patologizaron. Apareció por primera vez la figura del homosexual, cuya identidad esencial se define por su comportamiento sexual.”

La fobia a la homosexualidad ha recorrido un largo camino en nuestras sociedades. Las formas en que se ha manifestado han cambiado con el tiempo, adaptándose a cada derrota jurídica y cultural pero, desafortunadamente, han logrado persistir aún en muchos espacios.

Sin embargo, la fuerza o virulencia con la que las autoridades y el derecho han reflejado, perpetuado y avalado la homofobia es consistentemente más débil en la medida en la que la ciencia exhibe que los supuestos que le sostienen son prejuicios infundados; en la medida en la que la sociedad se reconoce y se acepta como un agregado plural y no un cuerpo homogéneo, y conforme los derechos fundamentales proscriben su permanencia en el espacio público y en el orden jurídico.

Las formas en las que se ha perpetuado la homofobia se pueden clasificar en tres grandes rubros:

a)      La represión penal,
b)      La patologización médica; y
c)      El encubrimiento jurídico.

Las dos primeras surgieron en el siglo XIX y caducaron al cerrar el siglo XX. Sin embargo, la tercera forma no ha desaparecido aún: el encubrimiento es el arma que se utiliza para reprimir y controlar —jurídicamente— aún hoy a quienes son etiquetados como homosexuales.

Se trata, pues, de la invisibilidad del derecho,  de la invisibilidad de un fenómeno social y de una opción de vida legítima y tutelada por la Constitución: la preferencia por parejas del mismo sexo.

II. La represión penal

2. 1. La represión penal de la homosexualidad en los siglos XIX y XX

La forma más violenta por la que el derecho llegó a consagrar la homofobia fue mediante la vía penal.

Conductas sexuales no avaladas por la moral obligada y proscritas por las doctrinas religiosas dominantes fueron tipificadas como delitos, con el propósito de escarmentar a sus practicantes.

En la Europa Victoriana, por ejemplo, el derecho se utilizó como herramienta para frenar el cambio social y en este sentido en Gran Bretaña, en el año de 1885, se crearon tipos penales para la homosexualidad y para la indecencia.

Este fue el contexto en el que se presentó, por ejemplo, el caso emblemático de la persecución penal de Oscar Wilde y su eventual exilio, condena a la pobreza y temprana muerte. Wilde fue procesado en 1895 por el delito de indecencia. La indecencia del poeta consistió en haber escrito una carta afectuosa dirigida a otro hombre.

Lo que interesa del caso es que ilustra la existencia de figuras jurídicas diseñadas específicamente para imponer una moral determinada, haciendo del derecho una herramienta al servicio de la moral dominante y no de los derechos de las personas. Fue el principio de la igualdad, anclado en los derechos humanos, lo que logró derrumbar el tipo penal de la homosexualidad en Gran Bretaña, a casi 90 años de distancia del proceso seguido contra Oscar Wilde.

Un episodio de la persecución de la homosexualidad menos conocido, pero no por ello menos alarmante se presentó durante el Holocausto y la Segunda Guerra Mundial. Durante este periodo, los campos de concentración nazis clasificaban a sus prisioneros utilizando un emblema visible en la ropa: los judíos, portaban la famosa insignia amarilla; otros “individuos antisociales” portaban un triángulo negro; y los hombres homosexuales –detenidos y llevados a los campos de concentración por motivo de su homosexualidad– portaban un triángulo rosa invertido.

2. 2. La represión penal de la homosexualidad en México

La represión penal de la homosexualidad no es ajena a nuestra historia nacional. Por citar solo un ejemplo, en la misma época en la que Wilde era condenado a trabajos forzados en prisión, en nuestro país se presentó uno de los episodios más emblemáticos de la represión penal de la homosexualidad de la dictadura porfirista: el famoso caso de los cuarenta y uno.

Al respecto nos recuerda Carlos Monsivais en  La gran redada (en Einkidu, visible en
http://www.enkidumagazine.com/art/2007/200707/e_1007_063_a.htm, consultado el 19 de febrero de 2010.) que

  • En México no está prohibida la homosexualidad porque la legislación penal se ha tomado en lo básico del Código Napoleónico, es decir, un ordenamiento jurídico que surge de la premisa napoleónica de contar con Código no sujeto a nociones de pecado, por ello no menciona el comportamiento específico.

  • En lugar de esto, desde el Código Penal de 1871 se establece en México la consigna exterminadora de la justicia, que dura hasta hoy: el delito es los ataques a la moral y las buenas costumbres, probados sólo por la interpretación de las vaguedades de la ley.
Ahora bien, lo más interesante del caso mexicano es precisamente lo opuesto al caso británico: aquí no se requiere una proscripción explícita de la homosexualidad mediante su tipificación penal: se le interpreta como un “ataque a la moral y las buenas costumbres” y con eso basta para proscribirla y reprimirla penalmente.

En el Porfiriato, la ley no dice que ser homosexual es un delito, pero la autoridad lee en la ley que el homosexual es acreedor de una sanción.

De manera semejante, el Procurador echó mano de la misma libertad interpretativa para proscribir a las parejas homosexuales de la tutela legal que ofrecen el matrimonio y la familia: la Constitución no dice que la familia debe de ser encabezada por una pareja heterosexual y que el matrimonio no  admite a dos personas del mismo sexo, pero el Procurador así lo quiso leer.

La comparación nos permite entender cómo la lectura prejuiciada del texto normativo puede generar efectos discriminatorios con la consecuente afectación a los derechos de las personas.

La penalización de la homosexualidad ha corrido un largo camino, aunque en años recientes vemos cómo, por fortuna, fenece.

En muchos países, la homosexualidad o –más precisamente– los actos homosexuales, son delito.

Todavía en 1986, la Suprema Corte de Estados Unidos estimó constitucional la legislación penal del estado de Georgia que penalizaba a la sodomía y al sexo oral.

A pesar de su larga vida, la represión penal de la homosexualidad ha cedido y hoy está proscrita en casi todas las democracias constitucionales. En Estados Unidos la Suprema Corte revocó en 2003 su propio fallo de 1986 y declaró que la penalización de la sodomía es inconstitucional en el histórico caso Lawrence v. Texas.
  
2. 3. El encubrimiento jurídico de la homosexualidad

Habiendo caído de su cénit –articulado mediante la represión penal– y habiendo perdido la legitimidad necesaria en el terreno científico para la patologización de la homosexualidad, la homofobia altera sus tácticas y pretende ahora el encubrimiento de la homosexualidad.

Es en esta etapa de la homofobia, su nadir, que se ubicó la pretensión del Procurador.

El Procurador pretendió que la Suprema Corte declarara que las familias homoparentales y las parejas homosexuales están proscritas por la Constitución, o por lo menos que la Constitución no las valora ni las protege, inclusive que la Constitución procura su marginación, su abandono en aras de alcanzar el “modelo ideal” de familia.

El intento por marginalizar a la homosexualidad es el camino que la homofobia pretende transitar cuando no ha logrado suprimirla.

2. 4. Conversión, pase y encubrimiento: tres formas de alcanzar un mismo objetivo, marginalizar y reprimir

La teoría constitucional estadounidense, donde la homosexualidad tiene ya un espacio claro entre la doctrina de la nodiscriminación, ha generado las categorías que permiten comprender y analizar el fenómeno de la homofobia en su nadir. El Profesor de la Universidad de Nueva York, Kenji Yoshino, describe los siguientes mecanismos de asimilación de la homosexualidad en un mundo predominantemente heterosexual:

“En los hechos o en la imaginación de los otros, los homosexuales pueden asimilarse de tres formas distintas: la conversión, el pasar o el encubrimiento. La conversión significa que la identidad subyacente sufre una alteración. La conversión ocurre cuando una lesbiana cambia su orientación sexual para tornarse heterosexual. Pasar significa que la identidad subyacente no se altera, pero se esconde. Pasar ocurre cuando una lesbiana se presenta a sí misma ante el mundo como heterosexual. Encubrir significa que la identidad subyacente no es alterada ni escondida, pero sí minimizada. El encubrimiento ocurre cuando una lesbiana es y admite ser lesbiana, pero facilita el que los demás desatiendan su orientación.” (Kenji Yoshino, “Covering”, Yale Law Journal, 2002, vol. p. 772.)
  
Si revisamos las distintas estrategias históricamente desplegadas por la homofobia –la represión penal y la patologización médica– observamos que iban encaminadas a provocar las estrategias de asimilación que describe el Profesor Yoshino: la patologización buscaba “curar”, esto es convertir a las personas homosexuales; la represión penal, más que “curar”, obligaba a las personas homosexuales a vivir su orientación sexual en la clandestinidad, a pasar por heterosexuales en su vida pública y cotidiana.
  
La posición del Procurador, de haber sido adoptada por esta Corte, hubiera eliminado la posibilidad de que las parejas homosexuales utilicen la vía del matrimonio para dar publicidad a su orientación sexual y a sus compromisos afectivos.

En todo caso, el Procurador pretendía que las parejas homosexuales no gocen de la protección Constitucional y legal como familia o como matrimonio, respectivamente.

Estamos ante un ejemplo claro en el que se exige a los homosexuales participar del encubrimiento.


Ponencia dentro de la mesa de debate: La construcción social de la homofobia, en las Jornadas de debate: La construcción del pensamiento cultural y educativo sobre el tema de la diversidad sexual contra la discriminación. UAQ, Facultad de Psicología, Área Social, 2011

jueves, 8 de septiembre de 2011

Sobre la Teoría Queer

Al principio de la década de los noventa, una parte del feminismo lesbiano derivó hacia la Teoría Queer. Esta teoría cuestiona la consideración tradicional de los sexos, los géneros y la sexualidad como algo estable. Esta teoría parte de que la orientación sexual y la identidad sexual o de género son construidas socialmente.
Asimismo, esta teoría critica las clasificaciones propias de la psicología, la filosofía y la sociología que se basaban tradicionalmente en un único criterio de ordenación (la clase social, el sexo, la raza, etc.) y sostiene que las identidades sociales son fruto de la interacción de múltiples criterios.
Judith Butler es una destacada representante de esta corriente, su pensamiento está muy influido por Foucault y los posmodernos. Según Butler, no sólo el género está construido socialmente, también la sexualidad es fruto de mecanismos discursivos y de poder. Butler rechaza que la identidad de género sea el aglutinante principal del movimiento feminista, dado que no puede mantenerse como fundamento de la unidad del movimiento una sola identidad.
Butler critica el uso que se hace de la categoría de género. Tomando como ejemplo las prácticas de las drag queen y del travestismo, construye su propia filosofía del género como representación o parodia. Según ella, el género es un marco normativo que obliga a actuaciones repetidas constantemente, de manera que termina produciendo la apariencia de ser algo natural.
Así pues, el género es constituido por las mismas actuaciones genéricas (actuamos según lo que se considera adecuado con lo femenino o lo masculino), no tiene ningún sentido ni fundamento más allá de las propias actuaciones o representaciones repetidas. Las metáforas teatrales tan usadas para significar el género, como papeles o roles sexuales, adquieren aquí especial importancia: el concepto de representación (performance) indica que el género es pura invención, mero guión que se ensaya, se representa y se repite hasta que nos lo llegamos a creer. Para Butler el drag o disfraz, instrumento para una parodia de géneros y sexos, supone un arma de lucha contra el patriarcado, al contribuir a difuminar las adscripciones tradicionales género-sexo, que deben ser desmanteladas; tal parodia sería un modo de subversión contra las normas genéricas.

Bibliografía:
Butler, J. (2002) Críticamente subversiva. Icaria editorial, Barcelona